Por Reynaldo Fernández Pavón
Asistimos ayer 10 de septiembre, víspera del IV Aniversario del fatídico día que ha pasado a la historia de los Estados Unidos como el 911, al lanzamiento del Libro El Bodeguero del escritor e investigador dominicano Pedro J. Pérez en la serie dedicada a los autores y sus obras en la librería del Taller Puertorriqueño en el número 2721 Norte de la calle 5, en cuyo local se dieron sita un nutrido número de personas contando con la presencia de la Directora del Taller, Sra. Carmen Febo-San Miguel y la alegre funcionaria que dirige la actividad de la librería, Srta. Celia Santiago.
El primer hecho que saltó a la vista, para mi sorpresa, fue la ausencia casi total de bodegueros dominicanos, a pesar de que el libro en cuestión contiene una serie de ensayos fruto de los estudios recientes realizadas por el autor, cuyo peso fundamental recae precisamente sobre aspectos sociológicos, históricos y económicos relacionados con la inserción de los inmigrantes dominicanos en la sociedad norteamericana en general, pero como indica el título del libro presentado, la incidencia mayoritaria es ubicada en las más de cuatrocientas bodegas que se utilizaron como campo de la investigación, y por consiguiente, de la actividad de los bodegueros dominicanos.«Nadie es profeta en su tierra» pensé.
Afortunadamente había terminado la lectura de esta obra el día 28 de septiembre, en el vuelo AA 2048 procedente del Aeropuerto Internacional de Miami con destino a nuestra ya no tan hospitalaria Ciudad de Filadelfia, lo cual, me permitió descubrir muchos pormenores interesantes en la introducción realizada por el profesor Gabriel Ventura y posteriormente en la amplia exposición realizada sobre el libro El Bodeguero por el propio autor, Pedro J. Pérez.
Estamos en presencia de una lectura muy amena, sin palabras rebuscadas, con un lenguaje concebido para ser entendido todos los públicos.
El bodeguero en sus 15 capítulos se propone como superobjetivo llamar al lector a reflexionar sobre cuestiones relacionadas con la inmigración, aquellas que nos unen y las que desafortunadamente nos separan, trátese de hispanos, de caucásicos del ex-campo
socialista, asiáticos, blancos americanos o los afroamericanos, inmigrantes que corresponden a un momento histórico anterior.
Al analizar esta obra de lo general a lo particular, creemos que Pedro Julio Pérez es un investigador de un alto compromiso con los problemas que confronta el mundo de hoy y de una gran valentía cuando se refiere a temas tales como, ciencia, religión, filosofía, el neoliberalismo y las tendencias de la administración y la política norteamericana.
El Bodeguero llama vehementemente a analizar temas que muchas personas no desean siquiera tocar agobiados por el alto costo de la vida y la lucha por sobrevivir: la cultura de la muerte que de una u otra forma ha cultivado la conciencia social de nuestra civilización ofreciendo una y otra vez, siglo tras siglo la salvación después de la muerte, en lugar de hacer de este planeta y de la vida de cada ser humano el primer principio, el primer derecho, la razón de ser de toda la existencia humana…
Así mismo nos alerta sobre una tendencia retrógada que avergonzaría a todos los pensadores que nos precedieron. Se refiere el autor a la multiplicación de los odios y los conflictos por la intolerancia religiosa. Muchos profetas y científicos calcularon que el Siglo XXI sería el fin de la prehistoria y el inicio de la historia de la humanidad pero, a pesar de los horrores del oscurantismo medieval, los crímenes de lesa humanidad cometidos en el nombre de Dios desde la antigüedad hasta nuestros días que hicieron posible la quema de la biblioteca de Alejandría con sus mas de 400,000 volúmenes; de aproximadamente cien Códices Mayas en un sólo día y de importantes tratados e investigaciones y de científicos que hubieran significado luz y progreso, otra vez los fundamentalismos, los extremismos religiosos y el chovinismo cabalgan con su secuela de destrucción y muerte.
Por último, El Bodeguero nos advierte sobre los gastos irracionales destinados a las guerras para solucionar los conflictos que fueron causados por políticas equivocadas y prepotentes en las relaciones internacionales; los miles de millones que se destinarán a los vuelos espaciales, mientras no tenemos un mecanismo de respuesta que hubiese podido evitar o aliviar en parte la tragedia que recientemente observamos a través de las cadenas de televisión en New Orleans y que parecían imágenes tomadas en un rincón del Tercer Mundo.
Pedro Julio Pérez en esta obra nos llama a meditar; en lugar de alejarse el peligro de una conflagración, muchos expertos la ven producirse lentamente en la proliferación de conflictos locales y en el flagelo del terrorismo. Las democracias, mientras los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres serán sistemas muy frágiles.
José Martí dijo:
«Ser cultos, para ser libres» por eso sugerimos a nuestros lectores la lectura de El Bodeguero a la venta en la librería del Taller Puertorriqueño de Filadelfia.
Desde luego, habrá muchos aspectos con los cuales usted no estará de acuerdo, le parecerá que faltan muchas cosas por decir, de ser así, se habrá cumplido el objetivo del autor.
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