El Escritor

La novela El Lirio del Prado

Por el Ensayista y Crítico Enrique Patterson
La novela El Lirio del Prado sigue la historia de una familia cubana, sus avatares, tragedias y luchas por la supervivencia desde la experiencia de vida de “los otros”, los preteridos, los de abajo, de esos portadores que, si bien no lograron implantar su proyecto de nación, si conformaron una cultura y que con cuya historia, el autor de marras se propone desarrollar una novelística. Pudiera leerse El Lirio del Prado como una novela histórica, y en cierto sentido lo es, pero sería una lectura limitada. La leo como la reivindicación de la dignidad humana de los llamados sujetos subalternos, como el empoderamiento testimonial de los caricaturizados, como la muestra de la universalidad de aquellos   percibidos como bárbaros, como la restauración de la voz de los tachados. El personaje principal es Rafaela, el correlativo de Chepilla en Cecilia Valdés. Y ahí surge un personaje de dimensión universal, definido por la consagración al trabajo digno, el espíritu emprendedor, la voluntad de superación, el orgullo, el amor a la familia, la solidaridad, la amistad el apego a sus raíces, la apertura a lo universal y… El perdón. Además, no aparece como una historia excepcional, sino bastante típica, como típica es la tendencia humana a la superación y el progreso. El autor nos deja con un deseo de querer saber más. Nos revela lo escatimado, lo tachado. En este sentido Reynaldo Fernández Pavón es el anti-Villaverde, y su novela, la anti-Cecilia Valdés.

La novela El Repatriado

Por la Licenciada Miriam Rodriguez Izquierdo
Mucho tiempo estuvo rumiando Reynaldo Fernández Pavón su crónica novelada El Repatriado, dudaba si con esa historia se podía hacer literatura, pero en su interior, algo le decía que era necesaria. Poder influir, alertar o convencer para que la demagogia populista no arrastre a los pueblos hacia el caos totalitario, es un propósito muy válido. Reynaldo sintió que esta historia traspasaba los límites personales y locales, y que su proyección se hacía universal por la función que debía cumplir, y ello fue suficiente acicate. Bien por el autor, desmitificar a la revolución cubana en América Latina es un deber y un objetivo sumamente importante porque allí, en los libros de historia, los alumnos estudian la malvada utopía que —como dice Reynaldo— “ha destruido a millones de seres humanos a su paso por la tierra”. La novela El Repatriado sirve como una amena fuente de conocimiento y alerta sobre los demagogos que cantan al oído de los pueblos las melodías que los pueblos desean escuchar para engañarlos y pisotearlos: para muestra, un botón, dicen los venezolanos.

Los últimos relatos

Poemario bilingüe de Reynaldo Fernández Pavón
Protohistoria invisible para la incertidumbre
Por el Escritor y Editor Manuel Gayol Mecías
            Reynaldo Fernández Pavón (compositor en lo clásico y lo popular y en estrecha armonía con la poesía) es un autor que gusta debatir la Historia, pero además y fundamentalmente, cuenta con una cosmovisión profunda y en muchas ocasiones la tiene presente en sus creaciones musicales y en la literatura. Me atrevo a decir que su pasión es la creatividad y que mucho de su interés humanista no solo se canaliza a través de la composición musical, sino además en su intuición histórica mediante la poesía. Y es esto último lo que nos ocupa debido a la publicación de su más reciente libro, Los últimos relatos (una selección de poemas suyos, publicada en Estados Unidos por Eniolá Publishing, 2020). Aun cuando su título parece hablar de narrativa, no es sino un conjunto de verdaderos poemas que desde una genuina perspectiva tropológica busca y encuentra la manera ideo-estética de contar una crónica invisible; digamos una leyenda que probablemente se conoce muy poco y cuyo sentido sí podría indicarnos un amplio y remoto proceso épico; proceso enfrascado en toda su extensión en una poética de “sentir y contar” su propio y particular (por diferente) modo de interpretar los entresijos secretos de la Historia oficial. Hay como una receta en la búsqueda de su propia creación. Al Poeta le interesa la exactitud de sus sentimientos, aun cuando muchas veces el alma se desborda más allá de uno. Los versos se precisan en “la fugacidad, la recurrencia, la fragilidad, las derivaciones y el flujo de los ciclos; creando territorios.” La imaginación del Poeta, intuitivamente, busca otras lecturas de la Historia, incluso, se abre a sí mismo para dar una parte de su biografía más íntima y continua con el símbolo femenino y maravilloso de la vida.

Del libro Los Versos de la Memoria

Poema “Ciudad Isla”

Elogio a la Palabra

Poemario bilingüe de Reynaldo Fernández Pavón
Por Amanda Rosa Pérez Morales, Escritora, Doctora en Filosofía y Profesora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Construyéndose performativamente, el autor de este poemario se diluye entre personajes que se cuestionan su lugar en el mundo y, sobre todo, se preguntan cómo serán recordados, cómo trascenderán. ¿Cómo, alguien que no está inscrito formalmente en los anales de la historia, hace para ingresar y pertenecer a ella? El Poeta Reynaldo Fernández Pavón, construye una propuesta de experiencia de la vida que, como mismo funciona con la poesía, ofrece directrices, pero deja el espacio imaginal como una posibilidad, siempre abierta, de ser. Los múltiples referentes tanto históricos, como lingüísticos hacen que el lector recorra cada uno de estos niveles entrecruzados y decida dónde estacionarse. Esta locación no necesariamente debe ser siempre la misma, sino que la recursividad poética del libro da la oportunidad de viajar entre cada palabra y explorar los distintos sentidos que ofrece.
          Así, la memoria y el recuerdo se experimentan como algo indeterminado. Ya no necesitan del tiempo y la historia para insertarse. Ya no necesitan, como única oportunidad, el posicionamiento. ¿Pero, acaso hay memoria y hay recuerdo sin tiempo ni historia? ¿Si no se pudiesen pensar estos términos fuera de tales parámetros, entonces significaría que la memoria y el recuerdo desaparecen? De ser así, qué maravilla. Qué gran oportunidad. Qué estupendo y fascinante es concentrarnos en ser, en vivir, sin necesidad de recordar lo vivido, sin necesidad de memorizar lo vivido.